Hoy os voy a hablar de los psicotécnicos. Mucha gente los teme, porque aunque “no suelen ser” exámenes con preguntas muy complicadas, requieren de mucha concentración, práctica y agilidad. Lo que se traduce en horas y horas de ejercicios y control de tiempo.
Un test psicotécnico sirve para medir de una forma eficaz aptitudes de una persona como la concentración, la inteligencia, la personalidad, el rendimiento, la precisión y la organización, de ahí que puedas enfrentarte a ellos tanto para conseguir un trabajo en una empresa privada como para estudiar un curso formativo. En las oposiciones, según mi experiencia, se utilizan sobre todo para cribar y filtrar, es decir, para hacer que llegue menos gente al siguiente ejercicio…
En un mismo examen podemos encontrarnos con todo tipo de ejercicios psicotécnicos. Podemos agruparlos según el área que traten de medir:
Aptitudes verbales: se miden por medio de ejercicios de ortografía, sinónimos, antónimos, analogías verbales, vocabulario…
Aptitudes numéricas: suelen recogerse a través de operaciones con decimales, reglas de tres sencillas, problemas de tantos por cien…
Aptitudes de razonamiento: normalmente la lógica que utilizan este tipo de ejercicios suele ser de sumas, restas, multiplicaciones y divisiones. También podemos encontrar series de operaciones con números, series de figuras, fichas dominó, monedas…
Capacidad administrativa: aquí hablamos de ordenación alfabética, resistencia a la fatiga y detección de errores (contar símbolos, dibujos o buscar un modelo dado)… Necesitan muchísima atención y concentración.
Capacidad de retención: miden la memoria visual, auditiva y lectora. Un ejercicio muy bueno para practicarlos consiste en memorizar objetos o figuras y luego reproducirlas teniendo en cuanta el mínimo detalle.
Capacidad mecánica: miden la destreza y habilidad. Normalmente aparecen en pruebas de personal subalterno. Ejemplos: palancas y problemas mecánicos.
Si ves que una determinada área te cuesta más que las demás a la hora de prepararte, ¡No te desanimes! La solución es fácil, debes practicarla más. ¡Ánimo!
En el próximo post os daré unas nociones básicas por si os queréis meter de lleno en la preparación de este tipo de exámenes.
Como te conté en el post anterior, los test psicotécnicos constan de varias áreas y dentro de ellas puede haber infinidad de ejercicios diferentes dependiendo de la oposición a la que te presentes. Por esto es importante que averigües qué tipo de ejercicios van a pedirte y que practiques con ellos.
Para mí los que requieren un mayor esfuerzo son los de ortografía, vocabulario y cálculo. Afortunadamente debo decir que no me he presentado a muchos exámenes de este tipo.
En los ejercicios de ortografía es fundamental que te sepas las reglas ortográficas a la perfección, señala Academia TEBA. Te recomiendo que le prestes atención a aspectos como la acentuación, sobretodo en los monosílabos, la palabra “porque”, el uso de “b” y “v”, de “g” y “j”, las palabras iguales con “h” y sin “h”, las normas de puntuación, el uso de mayúsculas, los paréntesis y las comillas…entre otros. Estoy segura que para muchos la ortografía no será un problema ¡Yo soy un punto y aparte!
En los ejercicios de aptitudes verbales es conveniente, si está permitido, que escribas anotaciones en el examen. Muchas veces al dudar de una palabra ésta queda más clara si la visualizas. Cuando tengas que contar errores ortográficos márcalos primero y después los cuentas.
Los ejercicios de vocabulario son los más pesados. Aquí no hay truco. Pueden preguntarte sobre cualquier palabra y aunque es imposible saberse el diccionario de memoria debemos enriquecer nuestro vocabulario para prepararnos. Cuantas más palabras sepas mejor, por eso es conveniente que uses una libreta donde ir apuntando todas las palabras que vayas encontrando. Junto con la definición escribe algunos sinónimos y antónimos, para ir repasando y, eso sí, empolla mucho.
En los los ejercicios de cálculo es importante que tengas claras unas cuantas normas básicas como calcular primero los corchetes y los paréntesis, después las potencias, seguidamente la multiplicación y la división según el orden en que aparezcan y, en último lugar, las sumas y restas.
En estos ejercicios te puede ayudar a ir más deprisa resolver las operaciones mentalmente, por aproximación o incluso probando las respuestas. Al igual que saber que en los enunciados: “de”, “de la”, “de los”, “del” son multiplicaciones.
También debes repasar reglas de tres, raíces, ecuaciones de primer grado, números romanos, operaciones con potencias, el sistema métrico decimal, el sexagesimal…y ante dos posibles respuestas correctas siempre debes dar la más completa o la más simplificada. Ante: ½ o 0,5, elige 0,5.
Por la rapidez que se alcanza contestando un ejercicio psicotécnico es imprescindible confiar en uno mismo. Debes leer con atención y contestar primero las preguntas cortas y fáciles para ganar tiempo. Por esto ten mucho cuidado a la hora de marcar las respuestas y saltar aquellas que dejas en blanco. ¡Ojo!¡Es muy fácil equivocarse!